Rubio, ex-senador estadounidense de Florida, dijo antes de la reunión que conocía a Bukele desde hacía mucho tiempo y lo elogió por hacer "un excelente trabajo al brindar seguridad y estabilidad"
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió el lunes con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, mientras continúa un viaje destinado a persuadir a los países latinoamericanos a hacer más para frenar la migración hacia la frontera sur de Estados Unidos.
Rubio se reunió con Bukele y el ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador en la residencia de Bukele en el lago Coatepeque, en las afueras de la capital.
Bukele, preguntado tras su reunión si los dos países habían llegado a un nuevo acuerdo de "tercer país seguro" para que Estados Unidos deportara a inmigrantes de otras naciones a El Salvador, dijo que estaban ultimando un acuerdo "aún más grande", sin dar detalles. Dijo que Rubio anunciaría más tarde el acuerdo.
La administración Trump considera a Bukele un aliado clave en sus esfuerzos migratorios en la región. El presidente salvadoreño ha lanzado una inquebrantable ofensiva de seguridad en su país, arrestando a más de 80.000 personas y reduciendo drásticamente el número de homicidios. Washington atribuye a sus políticas la reducción del número de salvadoreños que buscan ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Rubio, exsenador estadounidense de Florida, dijo antes de la reunión que conocía a Bukele desde hacía mucho tiempo y lo elogió por hacer "un excelente trabajo al brindar seguridad y estabilidad".
Desde que asumió el cargo el 20 de enero, la administración Trump ha aumentado el número de migrantes que Estados Unidos deporta a América Latina, incluido el uso de aviones militares para vuelos de repatriación.
Rubio comenzó el lunes en Panamá, donde observó a 43 inmigrantes colombianos que habían cruzado el Tapón del Darién, probablemente con destino a Estados Unidos, abordar un vuelo chárter de Air Panama de regreso a Colombia.
Rubio, quien ordenó al Departamento de Estado que dé prioridad a poner fin a la migración masiva, dijo que la repatriación de migrantes creaba un desincentivo para que la gente abandonara sus países de origen.
"No es bueno para nadie. Los únicos que se benefician de la migración masiva son los traficantes", dijo Rubio a los periodistas. Atribuyó al programa de deportaciones de Panamá, acordado en julio entre Panamá y la anterior administración estadounidense del presidente Joe Biden, la reducción de la migración a través del Tapón del Darién entre Colombia y Panamá en un 90%.
El presidente Donald Trump ha congelado durante 90 días la asistencia exterior de Estados Unidos, con excepciones limitadas. Rubio dijo que se debía emitir una exención para el vuelo financiado por Estados Unidos el lunes y que emitiría una exención más amplia para continuar con el programa.
"Este es un ejemplo del tipo de programa de asistencia exterior que ayuda a que Estados Unidos sea más fuerte, más seguro y más próspero", dijo Rubio.
Rubio sostuvo el domingo conversaciones con funcionarios panameños sobre la presencia de China alrededor del Canal de Panamá, así como sobre la migración.
Estados Unidos también está presionando a Bukele para que rechace las inversiones de China, que está en conversaciones con El Salvador sobre un acuerdo de libre comercio, ha financiado proyectos públicos como un estadio de fútbol y ha invertido en el sector de las telecomunicaciones.
