Los alanos son uno de los pueblos más enigmáticos y desconocidos de cuantos han pasado por la Península. Sin embargo, su legado es mucho mayor de lo que se piensa, llegando su nombre al Nuevo Mundo a través de una raza de canes que hace las delicias de los cinófilos.
Con el pana Emilio Acosta Ramos de Venezuela Provincial escudriñamos en una parte de nuestra historia que no se aprecia como se debe.
¡Pasen y vean!
*Asimismo, expongo un poema que escribí inspirándome en la sabiduría de los historiadores Daniel Gómez Aragonés y Gonzalo Rodríguez, amén del blog "Hispania Barbarorum" (https://nueva-gothia.blogspot.com/), del cual tomo la imagen.
ELEGÍA ALANA
Conquistó Emerita Augusta,
y allí estableció su corte,
¡mas cuán efímero reinado!
Ahora le vence Walia,
el rey de los godos,
la vida se le va escapando,
a aquel, que su sangre se amasa,
desde las estepas, entre bravos canes,
intrépidos halcones y magníficos caballos.
Como "Ataces" se le conoce en Hispania,
como se conoció a Respendial,
¡grandes reyes alanos!
Ahora nos tendremos que adaptar,
y desde la Lusitania y la Cartaginense,
partiremos con los vándalos,
yendo hacia la Bética,
como paso a otro destino,
en el continente africano.
¡Ataces tomó Conimbriga,
vengándose de un rey suevo,
y ahora yace derrotado!
Clavaremos nuestras espadas,
invocando nuestros misterios bélicos,
con nuestro carácter chamánico.
¡Hemos perdido a nuestro rey,
pero no se perderá la memoria,
de nuestro pueblo de origen iranio!
¡Aquellos que cruzamos los continentes,
llevando lo nuestro por bandera,
y siempre influenciando!