El Partido Popular (PP) y los socialistas del presidente Pedro Sánchez (PSOE) declaran la victoria con semanas de negociaciones por delante.
El partido centro-derecha de la oposición en España obtuvo la mayor cantidad de escaños en las elecciones nacionales adelantadas a este 23 de julio, pero parece poco probable que logre una mayoría de derecha en la coalición.
Aunque las encuestas habían pronosticado consistentemente que el opositor Partido Popular (PP) superaría al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para asegurar una contundente victoria en las elecciones del domingo, los primeros resultados establecieron rápidamente que la carrera iba a ser mucho más reñida.
Con el 100% de los votos escrutados, el PP ha ganado 136 escaños frente a los 122 del PSOE. El posible socio de coalición del PP en la derecha es el partido Vox, habiendo obtenido 33 escaños y manteniéndose como tercera fuerza, pero muy por debajo de los 52 diputados que obtuvieron en las últimas elecciones. Los aliados del PSOE, son la nueva alianza de extrema izquierda Sumar, ocupando el cuarto lugar con 31 escaños.
El conteo mostró que el tono político del próximo gobierno está lejos de ser una conclusión inevitable, con los bloques de derecha e izquierda corriendo casi codo a codo en su carrera para acercarse lo más posible a los 176 escaños. A medida que se acercaba el lunes, el PP y Vox habían asegurado 169 escaños frente a los 153 del PSOE y Sumar, lo que sugiere que España tendrá semanas de negociaciones y regateos mientras los campos rivales exploran sus opciones de gobierno.
Las negociaciones de los dos bloques para formar gobiernos comenzarán después de que se reúna un nuevo Parlamento el 17 de agosto. El rey Felipe VI invitará al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para intentar hacerse con el cargo de presidente del Gobierno. En una situación similar en 2015, el líder del PP, Mariano Rajoy, rechazó la invitación del rey, diciendo que no podía reunir el apoyo.
Si Feijóo declina, el rey puede dirigirse al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la misma petición. La ley no establece una fecha límite para el proceso, pero si ningún candidato obtiene una mayoría dentro de los dos meses posteriores a la primera votación, se deben realizar nuevas elecciones.
Sánchez dijo a última hora del domingo que los partidos "reaccionarios" de la derecha española habían fracasado en las urnas: “Hemos ganado más votos, más escaños y una mayor proporción de votos que hace cuatro años. El bloque retrógrado y reaccionario que buscaba deshacer los avances de los últimos cuatro años ha fracasado”, dijo a la multitud reunida frente a la sede del PSOE en Madrid.
El líder del PP, Feijóo, agradeció a quienes ayudaron a su partido a conseguir la victoria y dijo que tiene intención de intentar formar gobierno lo antes posible: “Nuestro deber ahora es frenar un período de incertidumbre que se abre en España”, dijo. “Como candidato del partido que obtuvo más votos, creo que mi deber es abrir el diálogo lo antes posible y tratar de gobernar nuestro país de acuerdo con los resultados y la victoria electorales”.
Sánchez, que apostó por las elecciones anticipadas después de que el PSOE sufriera una paliza en las elecciones regionales y municipales de mayo, había presentado las elecciones como una dura elección entre "las fuerzas del progreso y las fuerzas del conservadurismo reaccionario". Había argumentado que solo el PSOE y la alianza Sumar, que incluye a Podemos y está dirigida por su vicepresidenta y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, podrían defender y cumplir la agenda progresista que ha perseguido durante los últimos cuatro años.
El domingo por la noche, Díaz les dijo a los seguidores de Sumar: “Hemos ganado. Hoy tenemos un país mejor. A partir de mañana tenemos que seguir ganando derechos y estamos comprometidos a hacerlo, más derechos para las mujeres, para las personas LGBTI y para los trabajadores”.
El líder de Vox, Santiago Abascal, felicitó a Feijóo del PP por su victoria, pero añadió: “Me gustaría señalar algo que es una mala noticia para muchos españoles: a pesar de perder las elecciones, Pedro Sánchez puede bloquear la formación de un nuevo gobierno. Peor aún, Pedro Sánchez podría incluso ser investido presidente del Gobierno con la ayuda de comunistas, independentistas y terroristas”.
Aunque el PP había liderado consistentemente las encuestas y emprendido una campaña agresiva, sufrió una última semana pobre cuando el foco se centró en Feijóo. Ya había quedado incómodo después de que sus afirmaciones sobre el historial del PP en materia de pensiones resultaron ser falsas, pero luego fue criticado por el tono sexista de una aparente referencia al maquillaje de Díaz.
Feijóo había instado a los españoles a votar “para unir de nuevo a nuestro país” y dijo que, a diferencia de Sánchez, no estaba en deuda con nadie.
“No tengo deudas ni tratos con nadie”, dijo el viernes a sus seguidores en la ciudad gallega de A Coruña. “No necesito responderle a nadie excepto al pueblo español”.
Una encuesta de Ipsos para La Vanguardia este mes encontró que la economía era el tema más importante para los votantes, con el 31% de los encuestados colocándolo en la parte superior de su lista. Lo siguiente fue el desempleo (10%) y la atención médica (9%). La inmigración, uno de los temas de conversación favoritos de Vox, fue el tema más importante para solo el 2% de los encuestados.