Los Republicanos se concentraron en los altos niveles de crimenes cometidos en la ciudad e invitaron a víctimas de la violencia en NYC. Los Demócratas se concentraron en Donald Trump y no en los eventos que se discutieron en la audiencia.

Los republicanos de la Cámara llevaron su ataque contra el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, a la ciudad de Nueva York, y celebraron una audiencia, sobre lo que dicen, es una crisis de delincuencia local.

El representante republicano Jim Jordan convocó al Comité Judicial de la Cámara el lunes por la mañana en el Edificio Federal Jacob Javits en Manhattan, a la vuelta de la cuadra de la oficina de Bragg.

Entre los testigos estaban José Alba, un ex empleado de bodega que enfrentó un cargo de asesinato después de apuñalar fatalmente a un delincuente quien trato de matarlo en 2022 por parte del Fiscal Bragg; Joseph Borgen, víctima de un ataque antisemita en Times Square; así como Madeline Brame y Jennifer Harrison, dos mujeres afectadas por delitos violentos que se han convertido en defensoras de los derechos de las víctimas en Nueva York. Harrison le dijo recientemente a Fox News que las víctimas del crimen están "angustiadas" por el liderazgo de Bragg.

Robert Holden, concejal demócrata de la ciudad de Nueva York, y Paul DiGiacomo, presidente de la Asociación de Dotación de Detectives de la Ciudad de Nueva York, también comparecieron ante el comité.

Antes de la audiencia, en la oficina del alcalde Eric Adams, el veterano representante demócrata de Nueva York, Jerry Nadler, criticó duramente a Jordan y dijo que "debería saberlo mejor antes de llevar su acto cansado a Broadway".

Lo que quedo claro durante la audiencia es que en los últimos 2 años, el aumento de la delincuencia, criminalidad e impunidad, se han disparado, muchos habitantes de estas ciudades han salido y se han mudado a otras ciudades mas seguras, y que los miembros del Partido Demócrata utilizaron la audiencia para hablar del Ex Presidente Trump, su acusación en NY y de avanzar la agenda anti armas promulgada por la Casa Blanca y poco se refirieron al problema de la violencia que plaga la gran manzana.