Por: Jen Snow
En un esfuerzo por obtener más apoyo para la guerra en Ucrania de los aliados de EE. UU., la Casa Blanca decidió enviar a 2 funcionarios del Tesoro de EE. UU. a Europa y Asia Central el próximo mes para exigir que los aliados de Washington implementen sanciones contra Rusia. Los funcionarios, Brian Nelson y Liz Rosenberg, se reunirán con líderes de instituciones financieras en Alemania, Suiza e Italia. Según AP, los 2 funcionarios tendrán un mensaje claro, “1. Continuar brindando apoyo material a Moscú o 2. Seguir haciendo negocios con países que representan el 50 por ciento de la economía mundial”. Los funcionarios del Tesoro también ofrecerán a sus homólogos europeos información e inteligencia sobre los evasores de sanciones denunciados. Washington amenazará con emitir “sanciones” a los países que no tomen medidas enérgicas contra aquellos que aún comercian con Rusia. Todavía es incierto hasta dónde llegará la administración Biden para castigar a los aliados de la OTAN por ignorar las sanciones contra Rusia.
También existe incertidumbre sobre cómo reaccionarán los países europeos a las amenazas de la administración, y algunos miembros de la UE están a favor de levantar las sanciones a la industria de fertilizantes de Bielorrusia. Además, una implementación de sanciones más estrictas podría amenazar el acuerdo de granos del Mar Negro, que es un acuerdo negociado por la ONU y Turquía que permite que los puertos del Mar Negro de Ucrania continúen exportando productos agrícolas. Si bien Moscú ha extendido el acuerdo en numerosas ocasiones, existe una creciente preocupación de que el Kremlin lo rescinda por las sanciones occidentales que impiden que Rusia se beneficie del acuerdo. Después de la invasión de Ucrania el año pasado, la administración Biden implementó sanciones masivas contra Rusia que estaban destinadas a dañar económicamente al país y aislar su economía; sin embargo, las sanciones no han resultado en un golpe económico abrumador como se pretendía. Moscú ha podido estabilizar su economía aumentando su comercio con Beijing y otros países asiáticos. Si bien hasta ahora Washington solo ha intentado reunir a sus socios de la OTAN para que adopten las sanciones, la Casa Blanca ahora ha decidido implementar una estrategia más dura para obtener el cumplimiento de otros miembros de la OTAN. Mientras tanto, China ha estado construyendo constantemente su Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), siendo Arabia Saudita y Turquía los miembros potenciales más recientes. Después de unirse recientemente a la OCS, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, señaló que cuantos más países impongan sanciones los EE. UU., más probable es que los países sancionados se conviertan en socios comerciales. “La relación entre países sancionados por Estados Unidos, como Irán, Rusia u otros países, puede superar muchos problemas y cuestiones y fortalecerlos”, dijo Raisi. “Los estadounidenses piensan que sea cual sea el país al que imponen sanciones, se detendrán, su percepción es incorrecta”, concluyó.