El ex-comandante militar Juan José Zuñiga, fue acusado de "intento de golpe de Estado". El mismo, expresó tras su detención, que el presidente Luis Arce le ordenó sacar los "blindados" para levantar su popularidad.

Liderados por un alto general que prometió "restaurar la democracia", vehículos blindados embistieron las puertas del palacio de gobierno de Bolivia el miércoles en lo que el presidente llamó un intento de golpe, sólo para retirarse rápidamente cuando su líder fue arrestado y detenido.

Los acontecimientos son sólo la última crisis que enfrenta el país sudamericano de unos 12 millones de habitantes, que ya está soportando agitación política y una crisis económica.

En apenas unas horas, la nación fue testigo de un escenario en rápido movimiento en el que las tropas parecían tomar el control del gobierno del presidente Luis Arce. Prometió mantenerse firme y nombró un nuevo comandante del ejército, quien inmediatamente ordenó a las tropas que se retiraran.

Mientras se desarrollaba la crisis, Arce se enfrentó al jefe del ejército, general Juan José Zúñiga, en el vestíbulo del palacio, como se muestra en un vídeo de la televisión boliviana. “Soy su capitán y le ordeno que retire a sus soldados y no permitiré esta insubordinación”, dijo Arce.

Menos de una hora después, Arce anunció nuevos jefes del ejército, la marina y la fuerza aérea mientras sus partidarios expresaban su aprobación y agradecía a la policía del país y a los aliados regionales por apoyarlo. Arce dijo que las tropas que se levantaron contra él estaban “manchando el uniforme” de los militares.

“Ordeno a todos los movilizados que regresen a sus unidades”, dijo el recién nombrado jefe del ejército, José Wilson Sánchez. “Nadie quiere las imágenes que estamos viendo en las calles”.

Poco después de que habló, los vehículos blindados salieron rugiendo de la plaza, seguidos por cientos de combatientes militares mientras la policía con equipo antidisturbios establecía bloqueos frente al palacio de gobierno.

Luego, cientos de partidarios de Arce corrieron a la plaza afuera del palacio, ondeando banderas bolivianas, cantando el himno nacional y vitoreando. Poco después de la retirada de los soldados, Zúñiga fue detenido.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, dijo que además de Zúñiga está detenido el ex vicealmirante de la Armada Juan Arnez Salvador.

“¿Cuál era el objetivo de este grupo? El objetivo era derrocar a la autoridad elegida democráticamente”, dijo del Castillo a los periodistas al anunciar las detenciones.

El miércoles por la noche, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, dijo que "ahora todo está bajo control". Rodeado de los nuevos jefes militares designados por Arce, Novillo dijo que Bolivia había vivido un “golpe fallido”.