"Ninguna calma, ninguna mesura y ninguna tolerancia ante el golpe de Estado. Movilización total y permanente" dijo Santiago Abascal, presidente del partido VOX.
Decenas de miles de personas protestaron en toda España el domingo contra los planes del presidente en funciones, Pedro Sánchez, de conceder amnistía a los separatistas catalanes a cambio de apoyo para otro mandato.
El gobierno consiguió el jueves un acuerdo con el partido separatista catalán Juntos que incluye la aprobación de una polémica ley que concede amnistía a los condenados por el intento ilegal y violento de Cataluña de separarse de España en 2017.
El acuerdo causó conmoción en todo el país, y los oponentes conservadores de Sánchez lo acusaron de poner en juego el Estado de derecho para su propio beneficio político.
"No nos callaremos hasta que haya nuevas elecciones", dijo el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijoo, ante una multitud que abarrotaba la Puerta del Sol de Madrid.
El PESOE dijo que 80.000 personas acudieron a Madrid, mientras que el PP, que había convocado protestas en ciudades de toda España, calculó el total más cerca de un millón.
Muchos portaban banderas españolas y de la UE, así como pancartas con lemas que incluían "respetar la Constitución".
"Él (Sánchez) ha traicionado la convivencia, la democracia... no puede seguir gobernando", dijo el banquero Tomás Pérez, de 38 años, sosteniendo un cartel que decía "Sánchez traidor".
"Muchas personas que conozco que votan a los socialistas se sienten absolutamente decepcionadas porque... Sánchez nunca dijo que la amnistía sería parte de su programa", dijo Inmaculada Herranz Castro, de 64 años.
En Barcelona, la policía local dijo que se manifestaron 6.000 personas, mientras que las cifras alcanzaron las 30.000 en Granada y las 50.000 en Sevilla, según las autoridades. Otras protestas tuvieron lugar en ciudades como Málaga, Palma y Valencia.
Después de unas elecciones no concluyentes el 23 de julio, los socio-comunistas pasaron semanas negociando con partidos más pequeños, incluida la plataforma de extrema izquierda Sumar y los partidos nacionalistas catalán, gallego y vasco.
El apoyo confirmado de Juntos, así como del Partido Nacionalista Vasco, la semana pasada, daría a Sánchez una mayoría absoluta en la cámara baja de 350 miembros en una votación que tendrá lugar en los próximos días.
Las personas que se congregaban en la Puerta del Sol de la capital portaban efigies de Sánchez como Pinocho, coreaban “cárcel para Pedro Sánchez” y portaban pancartas con mensajes que incluían: “La democracia en España está en riesgo”, y “No a la amnistía para el terrorismo”. – Europa, sálvanos”.
Hablando en la Puerta del Sol, el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, acusó una vez más a Sánchez de “comprar su investidura a cambio de dar impunidad judicial a sus socios” y dijo que los españoles no guardarían silencio ante la amnistía.
“El cargo de presidente del Gobierno de España no puede ser un objeto que se pueda comprar y vender”, afirmó Feijóo. “Los españoles queremos democracia, igualdad, justicia y dignidad. España nunca se ha vendido y ellos [el PSOE] han tratado de tapar el hecho de que perdieron. El presidente del Gobierno de España siempre será la persona que haya ganado las elecciones”.
Su colega Isabel Díaz Ayuso, presidenta populista del PP en la región de Madrid, fue más allá y dijo a la multitud que Sánchez finalmente había revelado su proyecto “totalitario”.
“Ha decidido que no perderá el poder, cueste lo que cueste para España; que nada ni nadie se lo va a quitar”, afirmó. "Ha decidido dinamitar las reglas del juego y suprimir las instituciones y los poderes estatales".
El líder de Vox, Santiago Abascal, calificó el acuerdo de Sánchez con los partidos catalanes como “un golpe de Estado con mayúsculas” y dijo que era el “momento más delicado de la política española en los últimos 40 años”. También pidió una “movilización permanente y pacífica” que fuera mucho más allá de las manifestaciones puntuales del domingo.
El propio Sánchez ha instado al PP a que haga gala de “sentido” y deje de intentar agitar las cosas.
"Les pido que respeten el resultado de las urnas y la legitimidad del gobierno que pronto formaremos", dijo el sábado. “Les pido que sean valientes y digan no al abrazo de oso de la extrema derecha y que abandonen el camino reaccionario que actualmente siguen hacia el abismo. Gobernaremos para todos los españoles, por cuatro años más de progreso social y convivencia”.