El empresario Daniel Noboa, de 35 años, se convertirá en el presidente más joven de la historia de Ecuador, tras ganar la segunda vuelta del domingo.

Con más del 97% de los votos escrutados, Noboa, un centrista, tenía una ventaja de cuatro puntos porcentuales sobre su rival de izquierda, Luisa González.

La señora González admitió la elección y felicitó al señor Noboa por su victoria.

En su discurso de victoria, Noboa dijo que "devolvería la sonrisa y la paz al país".

La campaña electoral se vio ensombrecida por niveles de violencia sin precedentes, en los que uno de los candidatos, Fernando Villavicencio, fue asesinado pocos días antes de la primera vuelta de las elecciones en agosto.

La tasa de asesinatos en Ecuador se cuadruplicó entre 2018 y 2022 y las encuestas de opinión sugirieron que la seguridad era la principal preocupación de los votantes de cara a las elecciones.

Flanqueado por soldados fuertemente armados, Noboa subió al escenario y dijo que "mañana comenzaremos a trabajar por un nuevo Ecuador, para reconstruir un país azotado por la violencia, la corrupción y el odio".

Los analistas señalan que Noboa, que tiene poca experiencia política, enfrentará una ardua lucha para abordar el problema de seguridad de Ecuador y su pobre desempeño económico durante su limitado tiempo en el cargo.

Si bien los mandatos presidenciales en Ecuador normalmente duran cuatro años, esta fue una elección anticipada provocada por la disolución del parlamento por el presidente saliente Guillermo Lasso.

Noboa cumplirá el mandato iniciado por Lasso, que finalizará en mayo de 2025. Luego podrá presentarse a un segundo mandato.

Los partidarios del joven empresario salieron a las calles para celebrar su victoria.

"Necesitamos sangre nueva y no la vieja política que tanto daño nos ha hecho", dijo un estudiante de 23 años a la agencia de noticias Reuters. "Nuestro presidente no debería perder el tiempo y trabajar muy duro para frenar la inseguridad".

Durante su campaña, Noboa dijo que combatiría a las poderosas pandillas del país - muchas de las cuales operan desde el interior de la cárcel - colocando a los criminales más empedernidos en barcos prisión frente a las costas de Ecuador.

También ha dicho que reforzará la seguridad en las fronteras y puertos de Ecuador para interrumpir rutas clave del narcotráfico.

Para sacar a la economía de su crisis postpandemia, ha prometido aumentar las oportunidades de empleo para los jóvenes ecuatorianos, en particular creando incentivos para las empresas nacionales y extranjeras.

Daniel Noboa, graduado de la Harvard Kennedy School, parece haber atraído a los votantes jóvenes hartos de la falta de perspectivas.

Si bien se presentó como una alternativa a los políticos más establecidos, sus críticos señalan que proviene de una de las familias más poderosas de Ecuador.

El joven Noboa es hijo y heredero del magnate bananero Álvaro Noboa, quien intentó -sin éxito- ser elegido presidente en cinco ocasiones.

Muchos en Ecuador ven su victoria como una reprimenda de los votantes al Movimiento Revolución Ciudadana y a su líder Rafael Correa.

Correa, que gobernó Ecuador de 2007 a 2017 y desde entonces ha sido condenado por irregularidades de campaña, vive exiliado en Bélgica, pero sigue ejerciendo una influencia considerable en la política ecuatoriana.

Luisa González fue la candidata elegida personalmente por Correa y había prometido restablecer muchos de los programas sociales que su mentor había introducido durante su mandato.

Y aunque la abogada de 45 años logró la victoria en la primera vuelta, no logró conseguir suficientes votantes nuevos antes de la segunda vuelta.

Algunas encuestas sugirieron que los votantes jóvenes en particular estaban cansados ​​de la retórica divisiva utilizada por Correa y su partido.

Sin embargo, tras su derrota, González adoptó una nota conciliadora: "A los que no nos votaron, los felicito porque ganó su candidato y, como ecuatorianos, los abrazo".

"Esto es democracia", añadió.