Al menos 140 personas en la lista de terroristas intentaron cruzar en lo que va de año entre los puntos de entrada, en comparación con solo 16 en todo 2021.

El número de extranjeros en la lista de terroristas de EE. UU. que han intentado cruzar ilegalmente por la frontera sur se ha multiplicado por nueve desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, un aumento alarmante que, según los expertos, pone en riesgo la seguridad nacional.

En lo que va del año fiscal 2023, 140 personas en la lista de terroristas han sido detenidas entre los puertos de entrada, superando ya el récord de 98 del año pasado.

Solo hubo tres cruces de este tipo en el último año de la presidencia de Donald Trump y 16 en el primer año de Biden.

El rápido crecimiento de los cruces de inmigrantes ilegales con vínculos terroristas es una señal de advertencia de que los países con malas intenciones pueden estar tratando de infiltrar células terroristas potenciales en los Estados Unidos, dijeron los expertos sobre el tema.

“Esta frontera insegura, no es simplemente una amenaza de posibles delincuentes y otros en América del Sur, hay personas de una variedad de países, no solo de China, que creo que se están infiltrando”, dijo Fred Fleitz, analista de la CIA durante mucho tiempo que se desempeñó como jefe de personal del Consejo de Seguridad Nacional bajo Trump.

Mark Morgan, ex comisionado interino de la agencia de Protección de Aduanas y Fronteras agregó: “Literalmente, podríamos tener la próxima célula terrorista durmiente en Estados Unidos planeando un ataque terrorista, y no tendríamos idea”.

El patrón también ha alarmado al Congreso, que inició una investigación a principios de este verano. Los legisladores dijeron que están particularmente preocupados por el hecho de que ha habido 1,5 millones de fugitivos que nunca han sido encontrados cruzando ilegalmente la frontera, lo que aumenta la posibilidad de que ya haya muchos más potenciales terroristas en el país.

“Estos 'fugitivos conocidos' no brindan información biométrica o biográfica a los agentes de la USBP y continúan su viaje hacia el interior del país sin verificación de antecedentes en las bases de datos de las fuerzas del orden público”, escribieron los representantes Jim Jordan, James Comer y Mark Green en una carta reciente al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

“Los terroristas y otros malos actores intentarán explotar las debilidades en la seguridad fronteriza y los procedimientos de investigación para infiltrarse en los Estados Unidos. Tememos que estas fugas conocidas también puedan incluir extranjeros ilegales con vínculos terroristas”, también escribieron.

Jordan, Comer y Green presiden tres de los comités más poderosos del Congreso: Judicial, Supervisión y Seguridad Nacional.

Los legisladores también mencionaron un cambio reciente en el lenguaje por parte del Departamento de Seguridad Nacional, lo que generó preocupaciones de que algunos inmigrantes ilegales con vínculos terroristas podrían no haber sido deportados.

“La información de cara al público en un sitio web de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE. UU. ahora establece que ‘[Conjunto de datos de detección de terroristas] las personas incluidas en la lista de vigilancia encontradas por [USBP] después de ingresar al país sin inspección pueden ser detenidas y removidas, en la medida de lo posible bajo la política de CBP, o entregadas a otra agencia gubernamental para su posterior detención o acción policial, según corresponda", escriben los legisladores.

“No está claro hasta qué punto existen impedimentos legales reales para evitar la detención y expulsión de extranjeros con vínculos terroristas, a diferencia de los impedimentos impuestos por las políticas equivocadas de la administración Biden”, agregaron.

Las preocupaciones se han visto exacerbadas por la reciente revelación de que Biden liberó a un extranjero ilegal con vínculos conocidos con el terrorismo, y tomó dos semanas detenerlo.

Un informe general del inspector de Seguridad Nacional encontró que después de detener al inmigrante ilegal en Arizona en abril de 2022, la CBP los liberó “sin proporcionar la información solicitada por el Centro de Detección de Terroristas (TSC) de la Oficina Federal de Investigaciones que hubiera confirmado que el migrante coincidía positivamente con el Conjunto de Datos de Detección de Terroristas (Lista de Vigilancia de Terroristas)”.

La OIG explicó que el inmigrante ilegal fue liberado porque “las prácticas y procesos ineficaces de CBP para resolver coincidencias no concluyentes con la Lista de Vigilancia de Terroristas llevaron a múltiples errores”.

Algunos de los errores de CBP incluyeron enviar un correo electrónico a una dirección de correo incorrecta para solicitar una entrevista con el inmigrante ilegal, nunca compartir la información que obtuvo para el TSC del FBI y liberar al individuo “antes de coordinar completamente con el TSC”, según el informe.