El plan de Hillary Clinton para 'neutralizar' a Trump vinculándolo con Putin fue informado a Obama y Biden antes de las elecciones de 2016, mientras que el FBI y el Departamento de Justicia restringieron las investigaciones sobre su campaña y la desaparición de 33 mil correos electrónicos, dice el informe de Durham.

El FBI debería haber hecho más para investigar el análisis de inteligencia ruso que sugiere que la candidata presidencial de 2016, Hillary Clinton, había aprobado personalmente un plan para 'neutralizar' a su oponente Donald Trump alegando interferencia extranjera en las elecciones, según el informe de Durham.

Los hallazgos del fiscal especial John Durham, publicados el lunes, representan la conclusión largamente esperada de una investigación que, según Trump y sus aliados, mostraría irregularidades masivas por parte de las agencias de investigación y de enforsar de la ley.

Durham concluyó que las afirmaciones sobre los intentos de Clinton de difamar a Trump recibieron menos escrutinio que las acusaciones sobre su oponente, a pesar de que eran lo suficientemente graves como para llevarlas al presidente Barack Obama y al vicepresidente Joe Biden.

Durham admitió que las afirmaciones no fueron corroboradas ni verificadas, pero las compara con el ahora desacreditado Steele Dossier, que describe los vínculos de Trump con Moscú, que formaron la base de futuras investigaciones.

'Por ejemplo, [un analista de inteligencia del FBI] declaró que no podía recordar nada de lo que el FBI hizo para analizar, o considerar de otra manera la inteligencia del "Plan Clinton", afirmando que era "solo un punto de datos", concluyó.

"Esto contrasta marcadamente con su confianza sustancial en los Informes Steele no corroborados, que al menos algunos miembros del personal del FBI parecían saber que probablemente estaban siendo financiados o promovidos por la campaña de Clinton".

A Durham se le dio el mandato de investigar la base de las investigaciones sobre Trump y su campaña.

El informe de aproximadamente 300 páginas cataloga lo que Durham dijo que fueron pasos en falso del FBI y el Departamento de Justicia cuando los investigadores emprendieron una investigación potencialmente explosiva durante las elecciones de 2016 para determinar si la campaña de Trump estaba en connivencia con Moscú.

Criticó al FBI por abrir una investigación completa basada en "inteligencia cruda, no analizada y no corroborada".

En contraste, el informe sugirió que la información dañina para Clinton no llegó a ninguna parte.

'A fines de julio de 2016, las agencias de inteligencia de EE. UU. obtuvieron información sobre el análisis de inteligencia ruso que alegaba que la candidata presidencial de EE. UU., Hillary Clinton, había aprobado una campaña para provocar un escándalo contra el candidato presidencial de EE.UU Donald Trump, tratando de ligarlo al Putin y el hackeo del Comité Nacional Demócrata.

"La [Comunidad de inteligencia] no conoce la exactitud de esta acusación o la medida en que el análisis de inteligencia ruso puede reflejar una exageración o fabricación".

Continúa describiendo cómo el director de la CIA, John Brennan, informó a Obama y a sus principales funcionarios de seguridad nacional sobre la inteligencia, incluida la "supuesta aprobación por parte de Hillary Clinton el 26 de julio de 2016, de una propuesta de uno de sus asesores de política exterior para neutralizar a Donald Trump". provocando un escándalo alegando interferencia de los servicios de seguridad rusos.'

Luego se envió una "referencia de investigación" al director del FBI, James Comey, y al subdirector adjunto de contrainteligencia, Peter Strzok.

Era información relevante, dijo Durham, porque era parte de un 'mosaico de información' de que el Steele Dossier y otras acusaciones eran parte de una campaña de desprestigio contra Trump.

Su oficina descubrió que los detalles de la inteligencia se distribuyeron a figuras clave del equipo Crossfire Hurricane del FBI, el nombre en clave de la investigación de los supuestos vínculos de Trump con Moscú, en un correo electrónico el 22 de agosto. Sin embargo, "la oficina no identificó ninguna respuesta". o acciones de seguimiento tomadas en respuesta.

Durham también dijo que el personal del FBI que accedió a ser entrevistado no recordaba haber recibido el memorando de referencia o que desencadenó la acción.

Los investigadores de Crossfire Hurricane también dijeron que no estaban al tanto de la inteligencia.

Durham dijo que fue un "fracaso bastante sorprendente e inexplicable" incorporar lo que denominó "inteligencia del Plan Clinton" en la investigación del FBI.

"El director de la CIA, John Brennan, y otros funcionarios de inteligencia reconocieron la importancia de la inteligencia al informar rápidamente" a Obama y otras figuras clave, continuó.

"Ya sea que la inteligencia del Plan Clinton se basara o no en información confiable o no confiable, o que fuera en última instancia verdadera o falsa, debería haber incitado al personal del FBI a realizar de inmediato un análisis de la información y actuar con mucho más cuidado y precaución al recibir, analizar y confiar en materiales de origen partidista', como el expediente Steele y otras alegaciones.

Pero ese fracaso no se elevó al nivel de irregularidades criminales comprobables, agregó.

El informe dijo que los investigadores se basaron repetidamente en el "sesgo de confirmación", ignorando o racionalizando la evidencia que socavaba su premisa de una conspiración entre Trump y Rusia mientras impulsaban la investigación.

La Congresista republicana de la Cámara de Representantes, Elise Stefanik, criticó el informe y lo calificó de "abuso de poder criminal" por parte del entonces presidente Obama.

“Este abuso criminal de poder llegó hasta la Oficina Oval, donde el presidente Obama y luego el vicepresidente Joe Biden estuvieron involucrados desde el principio. Este fue un intento ilegal por parte del FBI y el Departamento de Justicia politizados de entrometerse en nuestras elecciones”, dijo Stefanik.