La realidad mediática de los Hispanos en Estados Unidos y el monopolio de la izquierda que controla estos medios tradicionales.
Por: Sady Chavez
En el mundo de la política estadounidense se han dado cuenta, durante los últimos años, de que la comunidad hispana sostiene un papel decisivo en muchos lugares, por lo que cada vez más, vemos como ambos partidos afinan sus estrategias e invierten más recursos para ganarse nuestro voto.
Hemos notado como éste reciente interés se ha trasladado en la inversión masiva en medios de comunicación en español para tratar de controlar la información y narrativa que recibe el hispanohablante. Tras la proliferación de nuevos canales conservadores y una audiencia que no se identifica más con las limitaciones y complejos impuestos a nuestra comunidad por parte de los liberales, vemos que en un intento de revertir esta situación, la compra masiva de estaciones de radios por parte del magnate globalista George Soros, como también el intento de las viejas cadenas de televisión hispanas, tradicionalmente liberales, por crear nuevo contenido que se acerque más a las realidades del hispano conservador, tras haber perdido ingentes cantidades de audiencia.
Y aquí es donde me gustaría incidir, en un intento por sobrevivir, vemos una reciente tendencia de estos canales de comunicación por enfrentar en debates políticos a los hispanos. Con el pretexto de mostrar dos puntos de vista, caemos en la defensa y justificación de lo ilógico, y lo que es mucho más grave, en la negación de la realidad, llevándome a la conclusión de que parte de la población hispana de este país vive en una “mitomanía”, una realidad alternativa a la del resto del país, que sufre las consecuencias de las malas políticas y gestión que hemos tenido durante esta administración demócrata, y para mayor sorpresa y decepción, como muchos hispanos de primera generación, emigrantes como yo, contribuyen a alimentar la fantasía de bienestar que se nos quiere vender desde la izquierda. Todo ello, precisamente, tras dejar atrás los horrores causados por el comunismo o socialismo de sus respectivos países de origen, y que en muchos casos, fue la razón que les forzó en primer lugar a huir o dejar su país natal.
Claramente el partido Republicano no ha sido exitoso en el pasado invirtiendo en nuestra comunidad, error del que están tomando conciencia recientemente. Cada vez más, vemos como los hispanos se involucran en la política del país y toman roles importantes. Ejemplos como Mayra Flores, o los nuevos congresistas Juan Ciscomani, Monica de la Cruz o Anna Paulina Rubio contribuyen al entusiasmo de sentir representados nuestros valores, herencia y contribución a esta gran nación en el ámbito político, pero irónicamente, los que han invertido más, hasta ahora, en los medios de comunicación conservadores de habla hispana y en campañas hacia nuestra comunidad a pesar de las ya rancias acusaciones de racismo por parte de los demócratas, han sido los empresarios republicanos anglosajones, a excepción de algunas figuras destacadas, como el hispano Bob Unanue, CEO de la empresa Goya, reconociendo el peso hispano en la sociedad americana y la necesidad de inversión en líderes que promuevan la unidad, el patriotismo y valores como la vida y la familia.
Pero ¿qué vemos del otro lado?, un partido demócrata que se ha dedicado a colarnos la gran mentira, durante años, de que son el partido del “inmigrante”, del pobre, de la igualdad y la justicia social, que nos hace creer que el partido conservador nos rechaza y nos criminaliza, mientras ellos hacen todo lo contrario a lo que predican, no solo nos utilizan e inyectan sus complejos divisivos que contribuyen al estancamiento social sino que incluso, acaban poniéndonos apodos como “latinx” en un intento fallido e ignorante de moldear nuestra cultura a sus ideologías “woke”.
Les invito a ver el siguiente debate a modo de ejemplo. Dos realidades opuestas a lo que vivimos en el país. Por un lado, nos encontramos con la Dr. María Herrera Mellado, abogada de inmigración, experta en Política Pública y asidua de los medios de comunicación, quien por años ha ayudado a la comunidad hispana por las vías legales a solventar sus situaciones y tener éxito en este país. Por otro lado, una analista demócrata de origen venezolano repitiendo el dogma y las mentiras liberales sin complejo alguno, negando la grandísima crisis migratoria y económica en la que estamos inmersos, gracias a la presente administración bajo el mandato del demócrata Joe Biden, creyendo ciegamente en falsas promesas de un futuro mejor, promesas que fueron manifestadas en su país natal y acabaron por destruir uno de los países más prósperos de Hispanoamérica bajo las manos del narco-comunismo, como ha sido Venezuela. Como ella, miles de hispanos llegan a este país huyendo de la miseria, la violencia y la corrupción y encuentran confort, un salario o un falso ideal por el que predicar la misma propaganda bajo un nuevo verdugo, expandiendo la plaga de la ideología comunista allá donde van.
Señores, recapaciten y no se dejen engañar, el partido demócrata estadounidense se ha convertido en el mismo perro con distinto collar, no lleguen a este país a caer en las mismas falsas promesas que destruyeron sus países de origen. Afortunadamente, pese a las imperfecciones, Estados Unidos sigue siendo el país de la libertad, en el que el “check and balance” y la Segunda Enmienda nos protege de sucumbir totalmente en las garras de la izquierda. No nos convirtamos en esbirros de estas ideologías fracasadas, en títeres del sistema, en traidores que voltean la espalda a los que dejaros atrás en sus países natales en la más absoluta miseria y desesperanza, mientras nos convertimos en herramientas propagandísticas que brindan las mismas desgracias a este país.
Estados Unidos es nuestra casa, debemos cuidar y proteger esta nación para que siempre sea la tierra de la libertad y el progreso. No conviertas el “Sueño Americano” en una pesadilla.
