Durante la reunión Lula le pidió a Biden que no permitiera que se repitieran los eventos de enero 6, lo felicitó por su discurso sobre el Estado de la Unión y su agenda sobre equidad, diversidad y género. Lula estuvo preso 580 días por corrupción en el caso sobre la constructora Oderbrecht por lavado de activos.
El presidente de los Estados Unidos Joe Biden, recibió al recién juramento Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva en su primera visita a la capital del país después de ser juramentado a principio de año por segunda vez como el líder del país suramericano. Lula sirvió un primer mandato desde el año 2003 al 2010.
El presidente Lula ganó la segunda ronda de eleciones en Brasil en contra del candidato y en su momento presidente Jair Bolsonaro en una de las eleciones más cuestionadas en la historia del país tras la cantidad de irregularidades reportadas, acusaciones de fraude que llegaron hasta la Corte Suprema del país.
El descontento generalizado llevó a Brasil a semanas de protestas en las calles de muchas ciudades importantes e inclusive la toma del Palacio Presidencial, Legislativo y Judicial en Brasilia por parte de miles de personas que no estaban de acuerdo con los resultados de la eleciones, muchos de ellos seguidores del Expresidente Bolsonaro quien vive en los Estados Unidos.
Durante la conversación entre ambos mandatarios, el Presidente Lula elogió a Biden por su discurso sobre el Estado de la Unión, le pidió de no permitir que se repitieran los eventos de enero 6 en el Capitolio, abogó para que trabajaran juntos en apoyar e implementar la agenda equidad, diversidad y género, algo que salió como resolución en la Cumbre de la SELAC en Argentina.
Por su parte, el Presidente Biden le aseguró a su homólogo Brasileño que "Estados Unidos y Brasil comparte una agenda muy similar" y que Estados Unidos apoya la democracia Brasileña. Biden también destacó que Estados Unidos y Brasil.
La administración de Biden ha sido clave en el financiamiento e implementación de una agenda Globalista en la región y apoyando a través de ONG financiadas por USAID, esta agenda que incluye el feminismo, aborto, diversidad, equidad entre otros, además de apoyar el crecimiento de los gobiernos y sus burocracias en detrimento de las libertades de sus ciudadanos, según sus críticos.
El presidente Lula visito al Senador de (I) Vermont Bernie Sanders, quien ha sido un político promotor de la agenda socialista en Estados Unidos. Sobre la visita el senador dijo que, “A diferencia de su predecesor, Lula comprende la enorme amenaza que representa el cambio climático para nuestro planeta. Discutimos ideas sobre cómo aumentar la cooperación internacional para preservar el medio ambiente para las generaciones futuras. Los científicos nos dicen que la deforestación tendrá un impacto devastador en el cambio climático y el planeta, y es imperativo que Estados Unidos trabaje con Brasil y otros países para proteger la Amazonía".
En noviembre de 2019, tras pasar 580 días en prisión y no poder participar en las elecciones presidenciales de 2018, la justicia brasileña le revocó al ahora presidente las condenas que había recibido por la llamada Operación Lava Jato, la cual fue el escándalo de corrupción más grande en la historia de Latinoamérica en la cual Lula fue condenado a 17 años por lavado de activos, siendo la persona que viajó a convencer a los Presidentes de la región a firmar contratos con la constructora Odebrecht.