Por: Sady Chavez
La derecha se caracteriza por defender al individuo y sus libertades frente a las ideologías colectivistas y globalistas. Promovemos una cooperación económica que brinde prosperidad a la nación, protegiendo nuestros intereses y el de nuestras familias por encima del falso llamado "interés común", que históricamente ha resultado en pobreza social ante una élite neo-feudal que ataca nuestras libertades y derechos fundamentales, como la libertad de expresión, religión o propiedad privada.
En esta lucha, la izquierda ha sido efectiva demonizando el concepto de individuo, atrapando a los jóvenes (y no tan jóvenes) con falsas promesas de mejoría social a través del colectivo. Esto ha dado lugar a una batalla social moderna en la que cada vez tendemos más a la polarización.
Durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en México, nos reunimos pensadores, activistas, políticos y medios de comunicación de todo el mundo en un espacio en el que compartimos valores comunes en el espectro conservador. Dos comentarios en redes sociales me inspiraron a escribir esta nota.
1. “La nueva derecha insiste tanto en el comunismo que parece que les pagan para hablar de ello”.
¿Será que, ciertamente un sector de la Derecha está obsesionado en concientizar a los ciudadanos acerca de los horrores del comunismo? En mi opinión, sí lo estamos, y les explicaré porqué dividiendo a los países iberoamericanos en dos bloques: los comunistas y los que están en transición.
Los comunistas:
Países en transición:
Los disidentes del primer bloque han pasado años advirtiendo a los del segundo de que venía “el lobo” y estos, cansados del alarmismo, han bajado los brazos e ignorado los pasos que la lenta y aplastante maquinaria comunista realiza para insertarse lenta y efectivamente en sus sociedades, y como consecuencia, se generan dos conciencias:
Nos queda un arduo trabajo a los que nos identificamos con los valientes para combatir a la bestia comunista y a las ideologías colectivistas y globalistas, concienciando a los ingenuos e incautos de que ciertamente, el lobo no sólo existe, sino que está en las puertas de nuestras casas, en los medios de comunicación, en los centros educativos y en cualquier instancia en la que miremos hacia un lado y no alcemos nuestras voces por miedo a la crítica y a la represión de la llamada cultura de la “cancelación” woke.
2. “Una persona inteligente no llama comunismo al capitalismo globalista”.
Para evitar cometer estos errores es crucial entender la diferencia entre globalización económica y globalismo:
“La globalización es un concepto económico que se ocupa de los flujos libres del comercio, de las inversiones y de las personas. El globalismo es una demoledora ideología política que pretende acabar con el Estado–nación como marco de la administración política para sustituirlo por un gran Estado mundial”.
El estado–nación es una forma de organización política que se caracteriza por tener un territorio claramente delimitado, con una población relativamente constante y por contar con un gobierno que toma decisiones autónomas para alcanzar propósitos comunes. Se considera que el presidente Donald J. Trump es el principal defensor hoy de esta forma de organización política. Puesto que Trump se ha enfocado en defender la libertad de sus ciudadanos, las seguridades públicas y laborales, controlar las inmigraciones y expandir tanto sus fuerzas militares como su comercio, esto último, por medio de una diplomacia que trata de convertir “los enemigos en amigos”.
Así mismo, dos palabras muy similares pueden contener significados contrarios. La derecha debe centrarse en proteger los derechos y libertades individuales frente al colectivismo y sus ideologías que nos arrolla con sus perversas “ideologías sexuales”, políticas energéticas absurdas del lobby climático y un sinfín de medidas económicas fallidas.
Es vital que nos mantengamos unidos y vigilantes para asegurar la prosperidad y libertad de nuestras sociedades. Para ello debemos defender nuestros valores, mantenernos informados, involucrarnos en el debate público y apoyar políticas que promuevan la libertad individual.
Y tú, ¿te consideras parte de la nueva derecha valiente? Te leo en los comentarios.
No puedo estar más de acuerdo con la autora de esta nota.
Muy genial Sady! Siempre en la tecla